Los resultados de los seis meses de nivelación empapelan las paredes de la Universidad de Guayaquil. Las hojas de calificación de los aspirantes a ingresar al primer año de las diferentes carreras resaltan en los pasillos, junto a las escaleras, en las carteleras...
En algunas, los casilleros de notas están en blanco. También hay promedios inferiores a 6 -la nota mínima para pasar el curso es 7,5 y 8 para Medicina y Educación-.
Al hacer un balance del plan piloto de nivelación, dirigido por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), los encargados de los cursos coinciden en que la deserción y el bajo rendimiento académico dejarán un saldo en rojo en esta fase.
Por ejemplo, la Facultad de Ciencias Económicas recibió a 400 alumnos para la nivelación. El coordinador Jorge Barrezueta calcula que el 20% dejó de asistir.
¿Las conclusiones?: “Un problema fue que la Senescyt envió a muchos a Economía que no querían Economía. Había jóvenes que buscaban Medicina. Y ya en las clases algunos desertaron en materias fuertes como Matemática e Introducción a la Economía”.
En la Facultad de Ciencias Matemáticas y Física ocurrió algo similar. Ingresaron 365 aspirantes a las carreras de Ingeniería Civil y de Sistemas. “No tenemos las nóminas de los aprobados todavía, pero con los que se retiraron solo quedaron 231 estudiantes”, indica Mariana Santibáñez, de coordinación académica.
El abandono de las aulas se repitió en otras facultades como Ciencias Administrativas, la más grande de la Universidad. La subdecana Digna Yávar recuerda que en abril recibió una lista de 3 500 aspirantes. Pero a tres días de que termine el curso (este miércoles) la cifra bajó a 2 300 alumnos.
El sicólogo Ernesto Quevedo, coordinador académico de la Facultad de Psicología, ve el lado positivo de la nivelación. Considera que este sistema orienta al estudiante y lo ayuda a escoger mejor su campo laboral. “Se está dando una guía al alumno hacia la profesión para que no cometa errores y, sobre todo, para que a futuro no deserte en medio de la carrera”.
Por ahora, en esta y otras facultades, aún falta por definirse el examen final. Cada facultad planifica las fechas para esta prueba y el mecanismo (algunas serán computarizadas). También definen el plazo para el examen de recuperación, una opción para los estudiantes que reprobaren alguna asignatura. El promedio final, para pasar o no, depende de tres componentes: un promedio de las evaluaciones de cada módulo, un proyecto integrador y un examen final general.
Para este plan piloto, 13 000 aspirantes fueron admitidos para la nivelación en la U. de Guayaquil. Según datos del Vicerrectorado Académico, unos 9 000 se mantuvieron hasta la última fase.
El cierre de este curso coincide con la preparación de la segunda nivelación, que en este centro ya tiene cronograma: la inscripción será desde el 28 de septiembre, la prueba de exoneración (para ir directo a primer año) se tomará el 18 y 19 de septiembre y el curso comenzará el 1 de octubre.
José Apolo Pineda, vicerrector académico de la Universidad, explica que hay 8 314 cupos asignados para esta fase. Pero varias carreras de Filosofía apenas tienen dos aspirantes y Educación Física, que suele tener unos 50 estudiantes por curso, apenas suma tres.
Para el 2013 se espera que el cupo mínimo para abrir un curso sea de 35 estudiantes. “Si esto no se cumple, tal vez obligaría a algunas carreras a cerrar”, dice Apolo.
Para Luis Sánchez, director del curso de nivelación en Filosofía, el nuevo método de admisión se refleja en una severa disminución de estudiantes. Generalmente esta facultad recibía a unos 7 000 jóvenes. Este año la Senescyt envió 2 000; y de estos, solo 1 100 llegaron al examen final.
Para la segunda fase, carreras como Párvulos, Educación Primaria, Comercio Exterior y Lenguas no superan los tres aspirantes. “No sabemos si se abrirán. Tenemos un moderno campus (en el norte) para esas carreras. Ahora nuestra preocupación es quiénes lo van a ocupar si no hay la suficiente cantidad de estudiantes. ”.
En cuanto al plan piloto, Apolo prefiere no adelantarse en dar resultados. Cree que la efectividad de la nivelación se medirá cuando los alumnos aprobados concluyan el primer año de la carrera. “El curso pretendía que el alumno que ingresa tenga determinados conocimientos para evitar su deserción ya en la carrera. Eso es lo que se plantea, al menos teóricamente”, afirma.
97 carreras a revisión
La U. de Guayaquil comenzó en este mes una autoevaluación de sus carreras.
El Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior coordina el proceso. 25 maestros dirigen la revisión.
El área académica (45%), currículo e investigación (15%), institucional (20%) y soporte pedagógico (20%) son las grandes variantes de calificación.