Un grupo de profesores de la Universidad de Guayaquil asegura que desde el mes de mayo no se les cancelan los sueldos.
Los docentes sostienen que entraron a la institución educativa bajo un contrato ocasional para cubrir las plazas dejadas por los catedráticos que decidieron jubilarse o que no tenían título de cuarto nivel, como lo exige la Ley Orgánica de Educación Superior.
Una maestra que espera sus haberes, que pidió la reserva de su nombre y que dicta clases en la Facultad de Ciencias Administrativas, dijo que hace una semana firmaron sus contratos, pero que falta, supuestamente, que el rector Roberto Cassis suscriba también el documento para que se les acrediten sus remuneraciones.
El grupo que reclama sus sueldos es de alrededor de 300 catedráticos, según la fuente, que subrayó que varios de sus compañeros tienen letras vencidas de sus casas y autos.
Otro maestro, que también pidió el anonimato, aseguró que se le terminaron sus ahorros, que hasta hace unos días cubrió los gastos de sus tres hijos con el dinero de la liquidación de un empleo anterior.
Roberto Cassis, con menos de un mes a cargo del Rectorado de la U. de Guayaquil, explicó que los contratos de aproximadamente 500 docentes fueron analizados, que incluso se hizo consultas a la Procuraduría y a la Contraloría. Esto, para protegerse de “cualquier reclamo legal o auditoría” porque los documentos los elaboró la anterior administración.
“Estamos próximos a cancelarles”, dijo ayer Cassis y aseguró que en el transcurso de esta semana firmará los contratos para que se les acredite los valores a los profesores.
Desde el 23 de octubre pasado la Universidad de Guayaquil está intervenida por el Consejo de Educación Superior (CES), que determinó irregularidades luego de una investigación.
En cuanto al contrato de docentes, el Consejo Universitario aprobó el jueves pasado un reglamento con el cual las facultades podrán llamar a concursos de méritos y oposición para llenar sus vacantes.
Publicado en Diario El Universo del lunes 18 de agosto del 2014